martes, 23 de diciembre de 2008

Tolerante Occidente.


Hay una antigua canción de Amistades Peligrosas que dice " Llega un tiempo tan confuso y pienso que me quedo sin razones para comprenderlo. ¿Por qué tengo que esconder un cuerpo, no tener un nombre ni el más mínimo derecho?" La canción habla, como ya os habréis percatado, de la precaria situación de la mujer en muchos países árabes. Todos estamos de acuerdo -creo y espero- en que las vejaciones por las que pasan estas mujeres-unas más que otras, dependiendo de dónde sean- son una injusticia intolerable que nos llena de dudas sobre si realmente el ser humano es un animal superior. Pero éste no es el tema del que os quiero hablar hoy, aunque esté relacionado con él.

Hace unos días, en el tren, volví a escuchar una conversación mil veces ya oída. Sí, lo sé, es horrible escuchar conversaciones ajenas. Pero al hecho de que mi Mp3 no tenía pilas se le une el que las dos mujeres que mantenían la susodicha conversación estaban prácticamente gritando. Estas señoras criticaban el hecho de que muchas mujeres árabes que vivían en España llevasen velo. Según ellas, si querían vivir en España debían adaptarse y amoldarse a las costumbres del país, y eso, por supuesto, incluía deshacerse del velo. Aseguraban que había que obligarlas por ley a abandonar su costumbre de cubrirse, y que ésto, en el fondo, era algo bueno para esas pobres mujeres ya que el velo coartaba su libertad.

Mi primera reacción fue una silenciosa risa de fastidio. No hice nada más, mi tren ya llegaba a su destino y debía bajarme. Aunque siendo sincera, no sé si me habría atrevido a dirigirme a esas dos "eruditas" de la tradición y cultura árabe, y proponerles un juego de cambio de identidad. Como me quedé con las ganas de hacérselo a ellas, os lo propongo a vosotros. Usaré la versión femenina, los hombres podéis cambiar alguna cosa para meteros en el papel y experimentar así cómo se puede llegar a sentir-más o menos- una de estas inmigrantes árabes.

Imaginaos que vivís en un lugar inhóspito. Un lugar en el que la violencia está a menudo a flor de piel, e incluso- éste es el caso más extremo- cuando volvéis a casa tras ir al mercado o a trabajar, siempre lo hacéis con el "pellizquito" en el estómago; sensación que no desaparece hasta que al doblar la esquina comprobais que vuestra casa sigue ahí, donde la dejasteis. Un día, hartos de ver la cara de pena y decepción de vuestros hijos cuando les decís "esta noche tampoco cenamos" decidís que la única forma de poder tener un futuro y algo que ofrecerle a vuestros hijos es dejando todo lo que tenéis, incluyendo raíces, costumbres y seres queridos, y partir hacia un lejano lugar dónde sabéis con casi total seguridad que no vais a ser bien recibidos. Es una opción terrible, pero prácticamente la única que tenéis. No es un capricho.

Pues bien, resulta que la costumbre en ese lugar nuevo al que vais es ir en top-less (para el hombre podéis usa la versión "en tanga"). Toda vuestra vida habéis escuchado que los pechos son algo que debéis tapar al ir por la calle, - aunque para mucha gente no sería un problema, pero imaginad que tenemos la mentalidad de nuestras madres- si enseñas tus pechos vas provocando a los que te rodean, y además, es pecado, deshonras a tu familia y te exibes como intentando llamar la atención de los que te rodean. Si aquí, en occidente alguien intentara abusar de nosotras o nos dedicase miradas y palabras repugnantes por ir en top-less ¿Acaso alguien cree que la policía con su típica intolerancia (y lo siento si ofendo a alguien) nos iba a tomar en serio? Es más, nos multaría por conducta inmoral y por escándalo público. Así son las normas y así nos han criado.

Pero en este nuevo lugar al que nos vemos en parte obligadas a ir, todas las mujeres van en top-less. Tú no eres capaz. Son ya demasiados años oyendo que debes ocultar tus pechos y bombardeándote la conciencia con las ideas antes mencionadas. No es que no quieras adaptarte, simplemente es que es un paso muy difícil. Te da miedo. Y por ello, por tener miedo, tienes que soportar malas miradas, cuchicheos incómodos, risitas, insultos e incluso algunos golpes. Y lo más gracioso es que toda esta intolerancia viene de gente que cree que eso es lo que debe hacer, porque es lo que te conviene. ¡Como si ya de por sí no fuera difícil vivir lejos de tu hogar y de la gente que te quiere!

En mi opinión, no se puede obligar a estas mujeres a que abandonen de repente una tradición milenaria. El equivalente a su descubrimiento de cabeza sería para nosotras un descubrimiento del busto. Eso sólo las traumatizaría más y les haría más difícil adaptarse. Lo único que se podría hacer es mostrarles respeto y apoyo para que ellas sientan que su cuerpo es tan digno como el del hombre; y que no es fuente de pecado como les han dicho tantas veces, sino un envoltorio natural del que no hay que sentirse avergonzadas. Y así, quizás algún día se sientan lo suficientemente cómodas y seguras como para dar el paso y abandonar ese símbolo de presión del sexo masculino sobre ellas.

Abandono del velo sí, pero no desde la intolerancia, sino desde el respeto y la solidaridad.


(Foto tomada de la página www.acsur.org)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola Zara! Te echabamos de menos...

Veo muy mal obligar por Ley que no se debe llevar el pañuelo, en ese caso tampoco podríamos llevar un Cristo colgando, por ejemplo, ya que los que dicen de prohibir siempre hablan que somos un estado laico.

El problema es siempre el mismo, LA RELIGIÓN, la cultura árabe está igual que la cristina durante la Edad Media, radicalizada (ver lo que ocurría en la Edad Media entre árabes y cristianos, entonces era al revés). Otro problema que tenemos la humanidad: el egocentrismo (tendencia a pensar que lo propio es mejor que lo ajeno). Difícil solución.

¡FELICES FIESTAS! ¡FELIZ AÑO NUEVO!

MIGUEL

Thiago dijo...

Vale, cari, estamos de acuerdo.... Y sin ir mas lejos en España hasta hace poco las mujeres tb. tenian que ponerse el velo para entrar en una iglesia.... Hay que ir poco a poco y con respeto.

Ahora lo que yo no admito es que me digan que el velo es liberador y que lo ponen las mujeres desde su libertad y que es una opción personal que las hace mas libres y toda esa polla. Que he leido cosas que son demenciales. Eso de ir con velo y tapadas es una servidumbre vil y esclavizante. En eso no podemos ceder, creo yo. Ya se que no se les puede hacer dejarlo por la fuerza, pero que no me vendan la moto.

Otra cosa que plantea dudas, es que en los paises arabes, tampoco nosotros podemos ir libremente como queramos, asi que no es justo que ellos reclamen lo que luego alli no permiten a los demas, no? Ya se que no todos los paises son iguales, y bastante desgracia tienen ellos por soportar regímenes teocráticos como los de IRAN, pero que no me digan que quieren ir aqui con velo y alli las occidentales tienen que ponerselo. Eso no es justo tampoco

Yo creo que la mujer tiene que ir como le de la gana, aqui y en BanglaDesh.

Bezos

misticaluz dijo...

Hola guapa, con mis mejores deseos de felicidad y estabilidad para ti y los tuyos, te dejo un afectuoso abrazo.

Un beso

Anónimo dijo...

El primer paso de la conciencia es la educación, el de la paz es el respeto. Me agradó el texto, además del título de tu blog. Si le dijeras eso a un individuo que vive en el año 1490, aficionado de la cultura mesoamericana se mofaría de tí un poco y después te diría que solo Tláloc puede hacer eso.

Saludos.

Eria.. dijo...

La libertad esta en poder llevarlo o no llevarlo, en hacer lo que se quiera. Tn libre es hacerlo. Si deseas llevar realmente la cabeza cubierta me parece perfecto. El problema es : ¿quines de ellas lo desean por si mismas y quienes de ellas lo desean porque es lo que las mandan?
A las monjas que van a la universidad las obligan a quitarse el velo?
Besitos varios.

JARDIN HAIKU: El Arte de Vivir el Instante dijo...

EXCELENTE ARTICULO ZARA, Y DE PASO TE AGRADEZCO LA VISITA.
UNA BRAZO Y FELIZ 2009

Sole dijo...

Terrible tema, digno de debate. Gracias por exponerlo, de forma tan clara y certera

Gracias por tu visita nuevamente

Feliz 2009 !!!

Tawaki dijo...

Es un tema bastante difícil. En mi opinión, el velo debería ser voluntario y que cada mujer decida si se lo pone o no.

En cuanto a las tradiciones, las hay que no hacen daño a nadie (y las permitiría) y las hay inaceptables (por ejemplo la ablación del clítoris) En este segundo caso creo que deben primar las leyes del país de acogida.

Así pues, estoy de acuerdo contigo, pero sólo en parte. Los inmigrantes tienen derecho a conservar sus tradiciones, pero los que los aceptamos tenemos derecho a conservar nuestras leyes.

Un abrazo y un muy feliz 2009.

Anónimo dijo...

Buenas , en primer lugar te queria hacer una pequeña aclaración no intentes comparar el mundo arabe con el nuestro porque es falaz,tu tienes un concepto de tolerancia por ello crees que deberiamos respetar su velo , pero sin embargo ellos no lo tienen.

El velo es una forma discriminatoria hacia la mujer , como dice en el corán ellas siempre tendrán que ser custodiadas por sus maridos y por herencia reciben la mitad que un hijo varón.Segundo respetar la intolerancia no puede ser permisivo en una democracia y menos el islam una religión asesina que actualmente causa mile de muertos en el mundo y cuyo objetivo a diferencia de otras minorias etnicas como la judia es islamizar el mundo a traves de la yihad o guerra santa.

Las comparaciones son odiosas , nosotros respetamos su culto mientras ellos cometen actos terroristas. Como sabras los derechos culturales tienen inherentes también unas obligaciones culturales ergo respetar tolerar.

Ese es el principio que rige nuestro estado de derecho siempre delimitado por los derechos humanos que son el máximo exponente juridico internacional.

Cuando un grupo social pretende que le sean aceptados supuestos derechos que vulneren la igualdad entonces es cuando el estado de derecho y la sociedad tiene que actuar en defensa de nuestras libertades y sobretodo de los derechos de la mujer.

Prácticas como el velo son degradantes y discriminatorias y de la misma forma que si se comete un asesinato y la victima desea serlo la justicia no puede ignorarlo sinó considerarlo como un acto criminal más el caso del velo es exactamente lo mismo.

La discriminación que implica el velo no puede quedar inpune en una sociedad donde el hombre y la mujer han de ser iguales.

Termino con una frase de Edmund Burke que es aleccionadora en estos tiempos.

"Existe un limite en que la tolerancia deja de ser virtud"

Edmund Burke

Respecto a la pobreza no es en absoluto un argumento de peso como para eximirles de cumplir la ley ni de asimilar nuestros valores que son los correctos porque nosotros a diferencia de ellos toleramos y ellos no nos toleran.

Mi vida en 20 kg. dijo...

Estoy de acuerdo contigo en terminos de tolerancia, pero en que afecta el velo cuando es llevado con fe.
Cuantos lucen cruces en sus pechos y jamas rezan siquiera un padre nuestro.
Es por la intolerancia que estamos donde estamos.

Un beso gigante y un año 2009 lleno de amor.